Uno de
los principales inconvenientes que nos encontramos casi siempre los
profesionales cuando emprendemos una acción con una empresa para la inserción
laboral de personas con discapacidad es el temor a lo desconocido de sus
responsables. El colectivo de las personas con discapacidad, y dentro de este
colectivo, los trabajadores con discapacidad, no son conocidos por los
empresarios y gestores empresariales en general. Ese desconocimiento del
colectivo hace que se les prejuzgue globalmente y en base a una serie de tópicos,
que como cualquier tópico tiene gran parte de inexactitud. Aún el rol dela
persona con dsicapacidad ha cambiado de forma muy positiva en muy pocos años,
aún se guarda el concepto arcaico y radical de seres cuasi marginales. Todo
ello se ve reforzado con la imagen generalista, sensacionalista y
sentimentaloide que dan una gran mayoría de medios de comunicación sobre este
colectivo, salvo honrosas excepciones entre las que deberíamos destacar a la agencia
Servimedia (www.servimedia.es) , la cual
se esfuerza día a día en dar una imagen real, cercana e integradora de la
persona con discapacidad.
Cualquier
generalización es injusta y errónea, y en el caso de la que se hace sobre el colectivo
de los trabajadores con discapacidad, provoca que el objetivo de estos: su
inserción laboral, sea mucho más difícil.
Habitualmente
nos encontramos a empresarios que creen que todas las personas con discapacidad
tienen un síndrome determinado, unas facciones determinadas, “son como los que
salen por la tele” nos dicen. Afortunadamente las entidades que defienden los
derechos de este colectivo al que se refieren, han sabido posicionarse mediáticamente
y ello ha provocado su conocimiento y aceptación por la sociedad, su
integración laboral, y como consecuencia de ello, su inserción laboral. Todos
tenemos que felicitarnos por ello, pero a la par, tenemos que decir que el
crisol de las personas con discapacidad es inmenso.
Uno de
los primeros pasos que siempre damos con los empresarios es enseñarles cuales
son los diferentes tipo de discapacidad: física, intelectual, sensorial,
enfermedad mental… y cuales son las principales CAPACIDADES de cada uno de
estos colectivos. Con ello buscamos que automáticamente se olviden de las
limitaciones de estas personas y piensen en sus posibilidades. Asimismo, les
insistimos en que dentro de cada uno de estos colectivos, cada persona es
diferente a otra, como en cualquier colectivo, huyendo así de estigmatizar por
cualquier conducta individual y huir de los tópicos. Y algo que no es tópico,
sino datos contrastados es que el absentismo laboral en las personas con
discapacidad es mucho más bajo y que los índices de éxito en la inserción
laboral son altísimos.
Día a
día comprobamos el acierto de la figura del Centro Especial de Empleo como
elemento facilitador para que las empresas den el paso para contar con
trabajadores con discapacidad. Es un elemento que informa, forma, acompaña y
asesora a las empresas y a sus responsables. Y, por que no decirlo, que la
vinculación laboral del trabajador con discapacidad sea, al menos al principio,
con el Centro Especial de Empleo hace que todo sea más fácil.